Mi amigo Luis unos días antes reservó o compró los boletos para visitar el El museo Conmemorativo del Holocausto, rápidamente conecte el libro sobre los diarios de Ana Frank y la película El Niño con Pijama Rayas, el holocausto fue la persecución y el exterminio masivos de personas judías por parte de los nazis desde su llegada al poder en Alemania hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial (1945), se calcula que seis millones de judíos en Europa fueron asesinados por el régimen nazi de Adolf Hitler y sus aliados. Al mismo tiempo conecte el holocausto contra los pueblos indígenas en Guatemala, que durante 36 años fueron perseguidos, masacrados, torturados, despojados de sus tierras, una Comisión de Clarificación Histórica (CEH por sus siglas en inglés) respaldada por las Naciones Unidas encontró que el ejército cometió el 93 por ciento de las violaciones contra los derechos humanos, se estima que 200,000 personas fueron asesinadas o desaparecidas durante el conflicto armando, específicamente en el gobierno de facto del hitler guatemalteco Efraín Ríos Montt. Durante la caminata en las instalaciones del museo recordé tres de momentos de posguerra que viví a la par de mi padre:
- El día en que papá le ofrecieron la posibilidad de asilo político, teníamos que salir del país, porque la vida de mi padre estaba en peligro después de la muerte de don José María (1990), un líder guerrillero y activista por los derechos humano, pero mi papá no acepto la oferta, prefirió quedarse en la comunidad para enfrentar la situación de él y de otros lideres, la valentía de mi papá lo confirma el comandante Che Guevara: "muchos me dirán aventurero, y lo soy, solo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades".
- En el año 2000, la exhumación del cuerpo de mi tío Lucio y de otras personas en cementerios clandestinos, producto del exterminio de las comunidades indígenas, dejando en orfandad a mis tres primos, quienes lucharon con la ayuda de la mamá (viuda) y de los tíos, para salir adelante con algunas oportunidades, sin embargo, no pudieron estudiar.
- 1997-1998, la lucha del pueblo de Sololá para sacar la zona militar número catorce, la salida de la zona militar fue una victoria significante para los pueblos indígenas, después de la lucha del pueblo de Santiago Atitlán. Yo estuve acompañando a mi padre en las caminatas o en la manifestaciones y en algunas reuniones de líderes, no muy comprendía lo que estaba pasando, hasta que un día ingresa a la universidad que funciona actualmente en dichas instalaciones, entendí los propósitos de la lucha de los grandes lideres (los tatos en kaqchikel), dejar las condiciones y oportunidades para las futuras generaciones.
Ya de salida, en la tienda del museo, compre un libro sobre el diario de Ana Frank, un regalo para hija Jade (piedra verde), ella ha leído varios libros, creo que este libro se conecta con el libro sobre de historia de Malala Yousafzai, espero que Jade pueda hacer una comparación critica de la valentía de las dos mujeres poderosas. Mis neuronas no dejan de pensar aunque mi corazón le duele tanta maldad que causan las guerras, en mi mente y en la cabeza de mi amigo Luis, nace la necesidad de un museo del holocausto de los 36 años de la guerra en nuestro país, donde los niños, los adolescentes y los jóvenes puedan tener acceso a la historia de sus comunidades, conocer la historia es un derecho pendiente en las escuelas, porque "El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla"-Ruiz de Santayana-
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